El Domingo 17 se celebró la 38 Cursa de Sant Antoni otra de las clásicas de Barcelona y que mantiene su categoría de carrera de barrio, pero con un nivel de organización y participación a la altura de las grandes. Este año éramos más de 4000 corredores que desafiamos al primer día de verdadero frío en Barcelona, con unos 6 grados a la hora de la salida.
El sábado como es costumbre fuimos a por el dorsal que se podía recoger en la antigua sede de la ONCE en la calle Calabria. Bien organizado, sin agobios y con una pantalla en la que se proyectaban videos de ediciones anteriores tanto de la carrera de adultos como de las diferentes carreras de niños que se celebran de forma paralela.
Comprobando el número de dorsal
Llegando a recoger el dorsal
Todo en orden
Recogiendo el dorsal
Ya el domingo, después de un buen esfuerzo madrugador (se estaba muy bien calentito en cama), nos fuimos los tres hacia el barrio de Sant Antoni. Aparcamos al otro lado del Paralel para no tener problemas de cortes de tráfico al salir y nos fuimos hacia la zona de salida/meta que, por cierto, estaban separadas unos cuantos metros. Allí marcamos los 5 puntos en los que nos íbamos a ver y después nos fuimos, yo a tomar un café, y mis niñas unas ensaimadas mini :)
Tras el calentamiento y sin perder ni un segundo, ya me puse a calentar, porque la temperatura no estaba como para quedarse parado ni un minuto. Unos 10 minutos antes de que comenzase la salida me fui a mi cajón que esta vez era el número 3. Estaría bien que en la web o en el Facebook indicasen en dónde está el corte por si acaso hay errores. En estas carreras con tantos giros es importante salir bien porque si no se pierde mucho tiempo.
Estirando con la peke
Calentando
No venía con unas buenas sensaciones después de haber entrenado sólo un día durante la semana y sobre todo después de haber abandonado el entreno del sábado por un pequeño ataque de asma. De hecho esta semana es la que menos kilómetros he hecho desde hace 5 meses. Solo 19, pero la verdad es que las piernas me estaban pidiendo tregua.
La salida no fue todo lo rápida que me hubiese gustado. De hecho tenía ritmo como para ir más rápido, pero la cantidad de gente que había en el cajón anterior no permitía adelantar con comodidad. Pasado ese primer kilómetro ya me coloqué con los corredores que iban a mi mismo ritmo y al encarar la Gran Vía en el km 2 ya corríamos todos con mucha comodidad aprovechando el tramo descendente. En los tres kilómetros siguientes mantuve más o menos un ritmo constante pasando el km 5 en 21'29".
Salida con la multitud
Buscando mi sitio en la salida
Poco después, justo antes de llegar al cartel que marcaba el km 6, en el cruce Tamarit/Calabria, vi a una anciana con andador que estaba parada en la acera con la intención de cruzar pero que no iba a poder al menos hasta media hora más tarde que dejase de pasar el pelotón de corredores. Así que ni me lo pensé. Fui a por ella y le ayudé a cruzar tranquilamente entre corredores que no iban precisamente despacio y que luego muy deportivamente agradecieron el gesto.
Km 1
Km 5.5
Volví al circuito pero me costó un poco coger de nuevo el ritmo teniendo en cuenta además que entrábamos en la parte más complicada con bastantes giros y dos pequeñas subidas, la del Paralel y la de la calle Sepúlveda. Ahí ya se veía a corredores con las fuerzas al límite, a pesar de que una vez superado ese último repecho, lo que quedaba era repetir un kilómetro de Gran Vía, bajar por Urgell y enfilar Floridablanca, esta vez en sentido contrario al de la salida, para finalmente llegar a la meta. En ese tramo aproveché para aumentar un poco el ritmo y arañar algunos segundos antes de recoger a mi pequeñita para cruzar esa línea de meta juntos como ya viene siendo habitual.
Cogiendo a la peke
Tenemos hasta la misma pisada :)
Al final terminé en 43'38" un muy buen tiempo teniendo en cuenta las circunstancias y el cansancio acumulado. Son los últimos esfuerzos que me quedan antes de empezar el tapering a finales de Enero. Podéis ver varios videos de la carrera en la lista de reproducción de YOUTUBE. Aquí os dejo el de nuestra llegada a meta en el minuto 44.
Hoy también hay un buen reportaje de fotos en GOOGLE FOTOS de mi mujer a la que le agradezco esos madrugones que se mete para venir conmigo y con Fátima y hacer que mis carreras sean un evento ya incluido en nuestra rutina familiar. Las estadísticas completas, como siempre, en GARMIN CONNECT
El plan para la semana que viene es salir mañana a rodar un poquito, y luego hacer un entreno de 12K el jueves y otro de 9K el sábado para llegar en forma a la Mitja de Terrassa del Domingo 24, última carrera antes del Maratón de Los Ángeles.
Pincha aquí o en la imagen para ver el recorrido real marcado por mi Garmin (con la liebre y la tortuga se le da más o menos velocidad) Hacía muchos años que tenía una cuenta pendiente con Estados Unidos. Una cuenta pendiente que me cobré el pasado 7 de Octubre cuando por fin, aterricé en la ciudad de Chicago para correr el Domingo 9 el 39 Bank of America Chicago Marathon . Como amante de la arquitectura, tanto moderna como antigua, Chicago era una ciudad que me resultaba irresistible cuando veía series, películas y documentales. Había estado ya en New York, Washington, Philadelphia, Los Ángeles, Las Vegas, San Francisco... pero Chicago se resistía. Quizás por eso, ya de vuelta en casa, seguía todavía con mis ojos clavados en los maravillosos rascacielos, una mezcla de modernidad y antiguedad, si es que a ciento y pico años le podemos llamar antiguedad, claro, porque más o menos es la edad que tiene Chicago o, al menos, la edad de la renacida Chicago después del d
Todos los caminos conducen a Roma, pero sólo hay uno que conduce a la victoria, a ese torrente de sensaciones y a esa satisfacción final de ver recompensado el esfuerzo de tantos kilómetros de entrenamientos. Y ese camino mide exactamente 42195 metros. 42 largos kilómetros en los que se disfruta, se sufre y se lucha para poder recorrer los últimos 195 metros con una enorme sonrisa en tu cara y con una sensación que sólo conocemos los que alguna vez hemos tenido la suerte de cruzar la línea de meta en una Maratón. La 18 Maratona di Roma era mi sexta Maratón y la tercera con categoría Gold Label, la mayor distinción que se le puede dar a una carrera en ruta. Llegaba con muchas dudas por culpa de la sobrecarga que tenía en mis gemelos. Lo normal hubiese sido ir de paseo y aplaudir desde la grada para no sufrir y arriesgarme a romperme definitivamente. La Maratón es una carrera exigente y hay que estar al 100% para poder tener las mínimas garantías de éxito. Pero también de
El Domingo 4 de Mayo se celebraba la 29 edición de la Maratón de Hamburgo (HASPA Hamburg Marathon) Sería mi décima participación en una Maratón y mi segunda incursión en tierras germanas después de haber corrido hace dos años la Maratón de Berlín. Las previsiones de la carrera eran confusas. Por un lado notaba que mis piernas y mi cuerpo se encontraban perfectamente, pero por otra parte llegaba a esta carrera con una considerable falta de entrenamientos debido a las dos lesiones casi consecutivas de rodilla y gemelo. No había podido hacer ni la mitad del plan de entreno que tenia previsto. Pero los maratonianos tenemos siempre esa reserva en el cuerpo y al final todo queda reducido a las condiciones que se den el propio día de la carrera. El viaje empezó con una cierta dosis de suerte. Confiado porque tengo la estación de tren al lado de casa salí un poco justo y medio minuto más y lo pierdo. Desde luego si calculaba tan bien los tiempos de la maratón, me iría de cine
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